Entremuros / Trilogía de los Fundadores 1

Leí en algún sitio sobre este libro que utilizaba "posiblemente el mejor sistema de magia jamás inventado en la fantasía". Desde ya puedo decir que es una exageración. Resulta interesante, eso sí, y más por la manera en que lo va presentando el autor, que no te da un manual desde el mismo inicio, sino que según van sucediéndose los hechos, va abundando en la metodología del sistema. Me echaba un poco para atrás que el Inefable de Brandon Sanderson alabase este libro. Lo siento por sus fans, pero no es ni será santo de mi devoción. Aún así, me decidí a leer el libro, si bien es verdad que en el último quinto lo he abandonado. ¿La razón? La misma que con el Inefable: paja para rellenar un buen granero. ¡Puro aburrimiento! Que quede claro, ser prolífico no es sinónimo de calidad, a no ser que seas Stephen King, y aún así no es 100% seguro.

Tenemos una ciudad, mezcla de Edad Media con toques de ciencia ficción, casi ciberpunk, dividida en sectores, con privilegiados y pobres directamente en la indigencia, que se han de dedicar al robo y el crimen. Y aquí es mejor entrar ya en las explicaciones pertinentes sobre el sistema de magia, un poco por encima, que la novela tampoco merece tanto. Los objetos pueden ser escritos con un cierto léxico, de manera que hagan lo que tú quieras, los convences para que sean lo que no son. Ejemplo: escribes en las ruedas de un carro y puede ir a más velocidad de lo normal, así como subir cuestas pronunciadas porque engañas a la gravedad.

En este entorno, tenemos a Sancia, una joven ladrona con un talento único: es capaz de sentir las escrituras, de tal manera que sabe lo que hacen los objetos. Este talento es muy útil, porque colocando su mano en un lugar desconocido, incluso a oscuras, es capaz de saber cómo es tal sitio y la gente que se mueve por él. Y a Sancia le han mandado un trabajo, robar una pequeña caja de unos almacenes. Por supuesto, todo se complica, y la caja ocultará algo muy poderoso y peligroso. Este inicio es realmente bueno y engancha, de verdad. Lo que empieza a aburrir es lo que sucede después, las intrigas semi políticas, las luchas por el poder, bla bla bla%u2026 mil veces leído. Que en sí mismo no es malo, pero en según qué manos. A mí personalmente me aburre bastante todo ese embrollo.

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