Diástole

Yo no intento demostrar nada. No tengo unos estudios que me conviertan en una enciclopedia ambulante ni en una navaja suiza llena de recursos literarios para adornar reseñas y reseñas con el objetivo de que queden bonitas pese a decir mas bien poco acerca de la obra en cuestión. Es mas, yo no hago reseñas. Eso indicaría tener en mi poder una especie de verdad universal, unas conclusiones que tendríais que aceptar si o si. Yo me limito a dar mi opinión sin rendirle cuentas a nadie, ni confesarme después, no vaya a ser que algo de lo que digo es considerado pecado o el tono usado no ha sido del gusto del caballero o la dama.

Porque opinar influido por uno u otro elemento es como hacer trampa...

... Aunque puestos a hablar sobre hacer trampas estoy a pocos pasos/libros de confirmar que hablar sobre una novela de Emilio Bueso es lo mismo, porque es como andar sobre seguro. Es jugar a la ruleta rusa siendo tu turno el ultimo y saber que el arma esta completamente cargada. Porque se pierde el riesgo del "¿Y si no me gusta?". Y es que su obra puede suponer la caricia mas dulce y convertirse en una soberana patada en los cojones a la vuelta de pagina.

Ya me lo hizo con su obra mas reciente (Y para mi la primera) EXTRAÑOS EONES y me lo ha vuelto a hacer con DIÁSTOLE.

Dejémonos de gilipolleces. Emilio Bueso puede ser uno de esos escritores encantado de conocerse, con un ego como el cemento armado y del tamaño de un Panzer IV ¿Que eso le puede dar por culo a alguien? ¿Y que importa cuando sus libros ya se encargan de sodomizarnos el alma? Bueso puede ser un millón de cosas o no serlo, pero lo que esta claro es que lleva la literatura en sangre, la cual destila en forma de tinta para regalarnos historias fabulosas a la par que grotescas.

Muchos dicen que DIÁSTOLE es una historia de vampiros, pero yo no lo veo así, aunque haberlos, haylos. DIÁSTOLE es un lienzo en blanco en que, a medida que avanzamos pintamos miedos en el, sueños rotos, textos tan cercanos que no tienes mas remedio que creértelas, trazos con sangre y lagrimas ajenas. Y toda esta verborrea sin sentido viene a decir que ésta novela es la puta ostia. Es una historia de amor, pero también de odio, es una historia ficticia pero muy real, es una historia sobre el arte y sin duda, es una historia que vomita historias.

Bueso ha creado con el personaje de Jérôme un espejo al que tarde o temprano debemos vernos reflejados. Un afán por la vida camuflada en deseos de autodestrucción, ¿Quizás un deseo de aniquilar un buen corazón con un chute de odio? Y su manera de narrar sus pensamientos, inquietudes y desvaríos no pierden un ápice del estilo al que el autor nos tiene acostumbrados: Expresiones que nos hacen sentirnos incómodos, sucios algunas veces, humillados y culpables otras por el mero hecho de compartir ideas con personajes que otros quizás tacharían de inmorales y repugnantes.

Y encima con este libro, Bueso mete el dedo en una llaga a la que le tengo mucho cariño. Un aspecto que me ha fascinado es la incursión de un tema que muchos suelen tomarla como burla o excusa para crear historias inverosímiles, absurdas, y en algunos casos insultantes. El desastre de Chernóbil a mi, sin embargo me resulta desde siempre un tema fascinante y aterrador a partes iguales, y el recorrido turístico que el autor nos regala en DIÁSTOLE ha sido tratado con el cariño que solo lo aterradoramente real es capaz de dar, no solo manteniendo y enriqueciendo la trama y la historia de Iván mientras nos traslada a las calles de la abandonada Prypiat, sino sumergiéndonos en un mar de información escalofriante, ya no solo por la manera de narrarlo, sino por su veracidad.

Sin duda Emilio Bueso a vuelto a darme por el culo con DIÁSTOLE y lo jodido es que es difícil no pedirle mas. Y yo al principio decía que no me gustaba adornar opiniones, pero cuando las palabras salen solas, mejor dejarlas tal y como están.

Bravo.

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bastante bueno.recomendable

 

Historia de vampiros al estilo Anne Rice con su Lestat.
Mucha aventura y no aburre.
Bien.

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