El Valle del Gusano y Otros Relatos de Terror Sobrenatural

Robert E. Howard, conocido en el mundo de la literatura por la creación del personaje de Conan, fue un buen escritor. La mayor parte de sus obras están incluidas en la corriente pulp de la época, años 20 y 30 del pasado siglo, y fue uno de los precursores de la moderna fantasía, algo que le deben muchos de los escritores actuales. Igualmente, escribió relatos de terror, tanto clásico como cósmico (no olvidemos que fue gran amigo y colega de H.P. Lovecraft). La tan desprestigiada literatura pulp tenía por aliciente el divertir a sus lectores, creando todo tipo de mundos exóticos e increíbles. Me vienen a la memoria esas películas de sábado por la tarde, llenas de aventuras, que estimulaban la imaginación, con esas islas perdidas en el océano, o esas selvas inescrutables.

Las historias de Howard son así, ágiles y llenas de acción, sin pararse en descripciones inútiles, sólo las necesarias. La presente novela, 'El Valle del Gusano y otros relatos de horror sobrenatural', incluye dos tipos de cuentos, los dedicados a la fantasía, tanto clásica como épica, y los relativos al terror más puro. Si los primeros son salvajes, y divertidos por esto mismo, los últimos son los mejores, y yo diría que imprescindibles para cualquier aficionado.

Estos dos los diez relatos incluidos en el libro:

- En el bosque de Villefère. (**) Un caminante se encuentra perdido por unos bosques de mala fama en la comarca. Pero no ha de preocuparse, porque siempre hay un buen samaritano cuando hace falta. El relato más flojo de la antología. Demasiado predecible.

- La voz de El-Lil. (***) En un maloliente bazar de un transitado puerto, Bill Kirby le cuenta a un compañero de barra una increíble historia que le acaeció a él y a su amigo Conrad durante un viaje por Somalia. Quien le iba a decir a él que el sonido de un gong podía convertirse en una pesadilla.

- Los dioses de Bal-Sagoth. (****) Historia protagonizada por el gaélico Turlogh O'Brien, en la que él como su compañero de fatigas Athelstane, un inefable sajón, tendrán que hacer frente a mil y un peligros, tanto en mar como en tierra. Lo mejor, las escenas en la isla de Brunilda. Combates a muerte, dioses malignos, magia negra, en un cuento muy bien construido.

- El hombre oscuro. (***) De nuevo nos encontramos como el salvaje Turlogh, esta vez con la misión de salvar a una joven de su clan, secuestrada por Thorfel. En su persecución se encontrará con extraños aliados, y una no menos extraña estatua.

- El pueblo de la oscuridad. (***) Típica historia de Howard, en la que el protagonista recuerda sus vidas pasadas y las personas que fue. En este caso, Richard Brent, celoso de su contrincante por el amor de una mujer, decide asesinarle cuando pasee por la Cueva de Dagón. Pero sus planes se vendrán abajo por un extraño ¿sueño? Buen relato, donde asistimos a la aparición de Conan.

- El hombre del suelo. (****) Cal Reynolds y Esau Brill se odian a muerte. Sin saber por qué, a la mínima se intentan asesinar el uno al otro, y no habría mayor felicidad en el mundo que ser el primero en asesinar al otro. Muy buen relato, con final sorprendente.

- El Valle del Gusano. (****) De nuevo leemos sobre un personaje que recuerda una de sus vidas pasadas. James Allison recuerda cuando fue Niord y dio muerte al mítico Gusano. Buena historia.

- Los muertos recuerdan. (****) Mediante una serie de cartas, sabremos de la seguridad de Jim Gordon sobre su muerte inminente, de sus miedos, provenientes de un fatal error. Gran relato de terror.

- No me cavéis una tumba. (*****) El viejo John Grimlan ha muerto dejando unas exactas instrucciones sobre lo que hacer con su cuerpo al morir. Imprescindible.

- Las palomas del infierno. (*****) Griswell y John Branner, cansados de viajar en su coche, deciden parar a descansar en una vieja casa. La pesadilla sólo hará que comenzar para el bueno de Griswell. Extraordinario y escalofriante cuento de terror, de lo mejor que he leído en este sentido.

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Notable recopilación de relatos de espada, brujería, aventuras y horrores y fantasmas varios. En general todos tienen una calidad literaria grande, sobre todo las palomas del infierno, que da canguele de verdad si lo lees a las 2 de la mañana en invierno con solo una pequeña luz haciéndote compañía. Hay algunos relatos que parecen donde se esboza un poco lo que posteriormente el autor utilizaría para su máxima creación: Conan.