El Rastro de Cthulhu

Continuo leyendo la obra de August Derleth, que sin llegar a la altura del genial H.P. Lovecraft, sí me parecen unos relatos bastante conseguidos. Unas historias que tratan sobre los Dioses Arquetípicos, los Primigenios o Primordiales, y toda esa amalgama de libros antiguos, malditos y blasfemos, como por ejemplo, el Necronomicón, no pueden ser malas.

Estos son los cinco relatos contenidos en 'El rastro de Cthulhu' (The Trail of Cthulhu), que aunque se pueden leer de manera independiente, es mejor leerlos en su orden establecido, ya que hay personajes que aparecen en unos y otros.

-La casa de Curwen Street, que es "El manuscrito de Andrew Phelan".
-El vigilante que vino del cielo, que es "La Declaración de Abel Keane".
-El barranco de Salapunco, que es "El testamento de Clairborne Boyd".
-El Guardián de la Llave, que es "El Informe de Nayland Colum".
-La Isla Negra, que es "La narración de Horvath Blayne".

Todos los relatos mantienen una estructura común, quizás un tanto repetitiva, pero que a mí no me aburre. Aparece un hombre enigmático que recluta al protagonista para terminar con el peligro que acecha a la humanidad: la próxima llegada de los Primigenios a la Tierra, su antiguo dominio. Para ello harán frente a múltiples peligros relacionados con los Profundos, servidores fieles de los Primordiales, casi siempre representados en su forma como humanos cercanos a los batracios y peces, que nos retrotraen a lo ya vivido en Innsmouth.