El que se Esconde

Reconozco que tienes razón, Dabatis, es una novela larga y de ritmo lento que, a veces, recurre una prosa sutil (con metáforas un poco retorcidas) muy rica en escenas que manejan más los trucos de la sugerencia y las alusiones que una descripción directa y detallada del "monstruo" (el lector, casi casi va a tener que realizar un labor de investigador para ir reconstruyendo el deslavazado puzzle que le permita contemplar, en toda su omnipotente malignidad, la sombría faz del ente, cosa, misterio, sombra que hace las veces de estrella villana del show).

Dicho lo anterior ( y para no faltar a nuestra costumbre de no tener gustos semejantes, jajaja ;): me ha encantado (hasta me ha dejado un poco de mal cuerpo).

Podría definirse como un Informe o memoria relativa a un indefinible Depredador Sobrenatural, cuya firma, al final, no es otra que ser tan, pero tan sádico que acaba convirtiéndose en una eficaz y angustiosa metáfora del lado más cruel de la existencia, de nuestra existencia.

Toni Jimenez no es menos retorcido que su criatura, jajaja: se toma su tiempo para que te enamores de los personajes y sus circunstancias vitales y psicológicas ( un grupo de personas que asisten a una especie de terapia secreta para tratar los traumas dejados por distintas experiencias parapsicológicas vividas en su pasado ...): el "tempo" de la novela es deliberadamente pausado por ese motivo. Mister Jimenez no tiene ninguna prisa: va a empezar por la puntita, y no vas a sentir ningún dolor hasta que sea demasiado tarde y, sólo entonces, casi sin venir a cuento, el sufrimiento va a ser ... indecible, acongojante, perturbador ( tanto el psicológico como el físico) y tanto de los personajes, como del lector que se ha ido, con ese ir poquito a poquito, encariñando con todos ellos.

La relación que se establece a lo largo de dos tercios de la novela entre "sufrimiento psicológico veraz" ( complejos, nudos paranoides, neurosis, manías persecutorias, angustias vitales por motivos económicos, familiares, tecnológicos) y la sospecha, que va cada vez a más, de un auténtico acoso espectral es el plato fuerte de la novela y su principal baza de triunfo: verosímil, original y estremecedor a partes iguales.

Junto a ese Grupo de terapia, aparecen otros dos grandes protagonistas: la ciudad de San Francisco con sus viejos barrios pertenecientes al pasado, sus salones de cine que van dejando atrás días mejores que no volverán, sus colegios y hospitales, y, por otra parte, la revista especializada en temática ocultista " Amazing World", con su fauna pseudoperiodística, su búsqueda de asuntos auténticos, su enigmática propietaria y el otro gran personaje de la novela. un reportero asqueado de su trabajo cuya máxima aspiración es cobrar por no hacer nada y que se convierte en un auténtico hallazgo de la obra.

No cuento más para no espoilear. Sólo insistir en la inmensa sutileza de las escenas de terror, muchas de ellas de inspiración cinematográfica, y en la opresiva sensación de horror que va apoderándose de libro y lector a medida que avanza ...

En fin, un trabajo magnífico de un artesano de las sombras. Yo también repetiré con el buen señor Jimenez, maestro artesano del horror. Un abrazo.



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Se me hizo larga esta novela con caja sobrenatural de por medio.
Muchos dicen que es nuestro Stephen King patrio y espero encontrarlo en Tormenta Sangrienta, la próxima novela que leeré de Jiménez.
Porque en esta, muy lenta para mí, va a ser que no.

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