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DOCTORES DE LO OCULTO de Curtis Garland es una compilación de novelas de Juan Gallardo Muñoz, escritas y publicadas originalmente bajo el pseudónimo de Curtis Garland en las colecciones SELECCIÓN TERROR y SERVICIO SECRETO de Bruguera, entre 1974 y 1982. Se trata de siete historias consagradas al género de los Investigadores de los Sobrenatural y lo Imposible, que continúan la sendas abierta por las hazañas de Flaxman Low, Thomas Carnacki, John Silence, Jules de Grandin, Maurice Klaw y otros muchos Occult Doctors. Por supuesto, todos estos personajes, ya sean detectives psíquicos, expertos ocultistas o sabuesos cazafantasmas, son deudores del más grande y célebre de los detectives, Sherlock Holmes, creado por Arthur Conan Doyle en 1887, y al que Juan Gallardo Muñoz, nuestro querido Curtis Garland, rinde homenaje en la extravagante y mitográfico creativa novela El fantasma de Baker Street, incluida en nuestro volumen.
Debemos añadir que la admiración de Curtis por el Maestro de Baker Street no sólo se refleja en dicha obra, sino también en otras de las que rescatamos: aquí encontraremos a un pariente de Conan Doyle; a un investigador psíquico definitivamente sherlockiano (tanto, que diríamos que parece nieto del Gran Detective), y una revisión en clave fantaterrorífica de El signo de los cuatro (1890), la segunda gran aventura de Sherlock Holmes.
Contiene:
Los exorcistas
En el pueblecito de Hardfield se suceden una serie de asesinatos que se atribuyen a una bestia, o puede que a una persona poseída por el Demonio. Al parecer, Hardfield tiene una larga tradición, que se remonta a 1810, de quema de brujas, exorcismos y demás lindezas medievales, y entre sus habitantes se encuentran algunos fanáticos religiosos que podrían ser tan letales y maliciosos como el mismísimo Satanás.... Ante esta dantesca situación, impropia del último cuarto del siglo XX, sir Paul Galwin decide intervenir en el caso como máxima autoridad racional en Ocultismo... Pero, ojo: estamos ante un individuo cuya máxima es: "No descartemos por imposible lo que tan sólo es improbable..."
El monje sangriento
Hasta donde sabemos, el profesor Christopher Saint Cyr es el primer Occult Doctor debido a la pluma de Juan Gallardo Muñoz. Su primera (y única, por desgracia) aventura es El monje sangriento, publicada en ST nº60 (1974), donde este buscador de misterios belga, aunque de origen francés, habrá de resolver en Centroeuropa el caso un reviniente asesino. Saint Cyr es, posiblemente, el más canónico, tardogótico o victoriano de los doctores de lo oculto de Garland, y esta novela, perteneciente a su primera etapa en Selección Terror, una de esas obras imprescindibles de la literatura de terror en castellano.
Araña humana
Tenemos aquí una obra realmente extraordinaria entre la producción de Curtis Garland: una novelita de terror gótico-hammeriano, con un argumento y estructura tomados de El signo de los cuatro (1887) de Conan Doyle, pero no protagonizada por Sherlock Holmes, sino por un realista detective de una agencia londinense, Clifford Fry, que se empeña en recordarnos una y otra vez que Holmes es sólo ficción, que sus métodos son mera inventiva, y que el trabajo detectivesco es mucho más sucio y pesado que lo que narra el doctor Watson en sus cuentecitos... Es decir: un hard-boiled sobrenatural victoriano, y al tiempo, holmesiano. ¿Alguien da más?
Pacto... ¡después de morir!
Si hay un texto radicalmente "distinto de lo habitual" dentro de la narrativa terrorífica de Curtis Garland, posiblemente sea la novela Pacto... ¡después de morir!, publicada en ST nº195 (noviembre de 1976). Si bien es cierto que en la producción curtisiana hay otras obras, sobre todo de carácter policial, que tratan el tema de "la víctima que investiga su propio asesinato", debemos que señalar que ésta es radicalmente distinta, pues aquí tenemos a un auténtico cadáver, un verdadero espíritu, que se convierte en detective amateur para esclarecer los hechos de su muerte... lo cual, en nuestra opinión, califica a esta historia para incluirla en nuestra serie de Occult Doctors (cuyo concepto y definición, como se ve, hemos estirado tanto como hemos creído conveniente), aunque sólo sea por lo bizarro de su planteamiento.
Dinastía diabólica
Floyd Lowry es el más moderno (en todos los sentidos) de los Occult Doctors creados por Curtis Garland. Mitad escritor de libros de ocultismo, mitad investigador privado, es un sobreviviente urbanita londinense que, sin poseer la mala sombra o el cinismo del famoso John Constantine de Alan Moore (creado en 1985), se aproxima más a este personaje o al neoyorquino Harry D'Amour de Clive Barker (también de 1985) que al Carnacki de William Hope Hodgson. En Dinastía Diabólica (ST nº487, junio de 1982), las simpatías del lector están, desde el principio, del lado de este "joven anárquico y estrafalario, de larga cabellera, suéter negro de cuello alto con una gran cruz metálica colgando de una cadena gruesa, plateada, y pantalones tejanos tan viejos como usados", que se mueve por Londres como pez en el agua, se detiene en el escaparate de cada sex-shop para mirar las publicaciones pornográficas, y no se corta en piropear a las chicas con minifalda. Lo que no sabe Floyd es que en breve se verá con los pies en el continente europeo, rodeado de los miembros de una extraña familia sobre la que pesa una maldición desde hace siglos, y enfrentado a un auténtico misterio paranormal que parece obra del Diablo...No pararemos en mientes a la hora de decir que esta es una de las novelas más conseguidas de Curtis Garland, y es una auténtica pena que no existan más aventuras de Floyd Lowry, la otra cara de la moneda de su más directo predecesor y compatriota contemporáneo, sir Paul Galwin.
¡Satanismo!
La novela The Exorcist (1971) de William Peter Blatty, y sobre todo la mítica adaptación cinematográfica realizada por William Friedkin en 1973, dio lugar a toda una oleada de imitaciones, versiones, plagios y pastiches de la más diversa calaña. ¡Satanismo!, publicada en ST nº151 (enero de 1976), es la principal contribución de Curtis Garland a este sub-subgénero (por llamarlo de algún modo). Y resulta especialmente valiosa tanto por su acercamiento inicial explícito a El exorcista, con referencias a Babilonia y Marduck (que sustituye al demonio Pazuzu, símbolo del Mal en la obra de Blatty), como por su voluntario alejamiento del "guión original": sí, tenemos un exorcista y una poseída... pero también hay un grupo de sectarios adoradores de Satanás (hippies melenudos con una furgoneta pintarreaja de símbolos demoníacos, continuadores de la obra de la Familia Manson), y un curioso protagonista, el escritor y viajero Howard Kyle, cuyo destino está sellado desde la primera página, aunque ni él ni el lector puedan sospecharlo en lo más mínimo...Se trata de una obra divertidísima que se lee con una permanente sonrisa en los labios y la sensación de estar escuchando el zumbido de un vídeo Betamax; alejada de la faceta del terror victoriano de Garland, y que forma un curiosísimo díptico junto con la muy sherlockiana Los exorcistas... pues al igual que ¡Satanismo!, también transcurre en la década de 1970; pero Los exorcistas posee la inconfundible seña curtisiana de sus "Hammer Horrors".
El fantasma de Baker Street
Junto a Rancho Drácula de Silver Kane, El fantasma de Baker Street de Curtis Garland goza del privilegio de ser uno de los bolsilibros españoles más conocidos, celebrados y codiciados. Con portada original del gran Miguel García, donde podemos ver una de las poquísimas imágenes de Sherlock Holmes en el mundo del bolsilibro, se publicó por primera vez en noviembre de 1976, en el nº1.370 de la colección Servicio Secreto, de Bruguera, que a pesar de su temática de thriller de espionaje y criminal, también albergó una buena cantidad de títulos de carácter fantástico.
Nuestra novela tuvo la fortuna de tener una segunda vida en 2011, cuando la efímera Editorial Darkland realizó una nueva edición (hoy agotadísima), con un maravilloso prólogo de nuestro viejo conocido y amigo curtisólogo, Andrés Peláez Paz. Los aficinados a la figura de Sherlock Holmes tienen, en esta obra, una ineludible cita con "el personaje real en que se basó Conan Doyle", técnica literaria mitográfico-creativa que Curtis Garland utilizó en diversas ocasiones para escribir sobre creaciones ajenas, como el Conde Drácula. Pero es que, además, El fantasma de Baker Street es una grandísima historia de "manuscrito encontrado", totalmente enlazada con la producción de Garland relacionada con Jack el Destripador, donde el misterio que viene del pasado (¡el asesinato de "Sherlock Holmes"!) extiende sus dedos esqueléticos hasta el presente de los años 70, y envuelve en sus garras a un escritor de novelas baratas llamado Shylo Harding... nuestro involuntario Occult Doctor.