La Guerra de las Salamandras

La parte novelada engancha hasta que te inundan con cantidad de informes sociales, políticos, científicos y culturales sobre las salamandras que se me hicieron empalagosos.
Tampoco me ayudaron las muchas notas a pie de página y la letra diminuta.
Es una buena historia pero me esperaba algo más novelado.

 

Genial, simplemente una joya de hace 60 años que llega a nuestras manos de la mano de Gigamesh. Una obra satírica y contundente que no puedes dejar pasar si te gustan las distopías o simplemente una lectura amena e interesante. Lo recomiendo sin dudarlo.


 

Capek escribe una antiutopía satírica en la línea de un Swift, y nos regala una novela tan divertida como terrorífica, de la que posteriormente beberán otros autores como Stanislaw Lem.

Es cierto que La guerra de las salamandras constituye una clara advertencia del peligro nazi. Chief Salamander, el instigador de la guerra contra la humanidad, es un evidente trasunto de Hitler. Sin embargo, Robert Scholes y Erc S. Rabkin consideran que la novela va más allá de la crítica al nazismo: "Su enemigo es otro, más importante y terrorífico. Para Capek el problema no reside en los sistemas, sino en los hombres. El enemigo es la naturaleza humana".

En efecto, Capek arremete contra todo y contra todos: políticos, religiones, hombres, mujeres... Todos contribuyen con sus desmanes y su instrumentalización interesada de la especie Andrias Scheuchzeri a que las salamandras declaren la guerra a la humanidad y, lo que es más terrible, a que el lector considere que su triunfo no resultaría especialmente injusto.

Según Darko Suvin, "Capek es -junto con Yevgueni Zamiatin- el escrito de cf más importante del mundo entre las dos Guerras Mundiales (...) en lo que a la cf toca, él -y no Edgar Rice Burroughs o Hugo Gernsback- es el eslabón perdido entre H.G. Wells y una literatura que será a la vez entretenida (lo que significa popular) y cognoscitivamente (lo que significa también en su forma) avantgardista".

(J.M.S. en Las 100 mejores novelas de ciencia-ficción del siglo XX)

 

El principio me fascinó, pero fui perdiendo interés a mitad de libro.

 

Empieza con un hilo narrativo dónde ya marca con su ironía fina a los personajes iniciales, tanto sea un capitán de barco, un judío adinerado o una actriz. Más adelante cambia a una especie de ensayo-documental sobre las salamandras, llegando a unas cotas de sarcasmo inigualables metiéndose con todo el mundo. No ha perdido validez con el tiempo su contenido, y es más, sus críticas serían aplicables por desgracia en la actualidad al género humano. En su contra está lo cargante que resulta tanta anotación a pie de página comentando sus fuentes imaginarias.

 

Genial, simplemente una joya de hace 60 años que llega a nuestras manos de la mano de Gigamesh. Una obra satírica y contundente que no puedes dejar pasar si te gustan las distopías o simplemente una lectura amena e interesante. Lo recomiendo sin dudarlo.

PD Aunque con muchos años de diferencia y distinto género, me recordó sobremanera a Guerra Mundial Z

 

Coincido con KEA. Lo que sabe tratar mejor el autor es el tema de la estupidez humana y cómo se politiza un problema que debía ser abordado de otra manera...algo que tristemente parece imposible de evitar en el mundo actual.
Aunque la idea resulta original, el libro me decepcionó. El estilo del autor se nota que es de otra época. Lo pequeño del tamaño del libro y su letra impresa tampoco ayudan a hacer amena la lectura. Y los continuos párrafos en cursiva de añadidos a la trama principal en muchos capítulos, la verdad es que marean un poco y se pierde el hilo de la narración.
Lo mejor, la evolución histórica del problema de las salamandras; y el desenlace, claro. Le pongo un 6.

 

Después de leer tanta buena crítica de esta novela la empecé con muchas ganas, pero me ha decepcionado un poco aunque es un buen libro, con algunos capítulos muy buenos. Creo que no me ha gustado más por que a mi persionalmente la ciencia ficción y el humor son dos cosas un poco incompatibles. Lo que si clava el autor es la estupidez humana, que es capaz de hacer lo que hace en la novela y peor todavía. Le pongo un 7.

 

Ya que estamos con ello, sigamos ;) Si no recuerdo mal el término no fue acuñado por Karel sino por su hermano Josef, con quien escribió al alimón "R.U.R.". Lo gracioso del asunto es que Asimov repetía constantemente que los robots de los Capek no eran robots sino androides, por aquello de su aspecto humanoide.

Y es muy recomendable leer hoy en día tanto "R.U.R.", disponible en una edición de Minotauro junto a la divertidísima (aunque desnortada) "La fábrica de absoluto", como de "La guerra de las salamandras". Obras que tienen más de 75 años pero que conservan actuales. Como las buenas fábulas capturan la esencia de la humanidad y sus contradicciones internas con una clarividencia a prueba del paso del tiempo.

 

La palabra que creó Asimov fue robótica ;)

 

Efectivamente, la palabra "robot" en checo significa "trabajador" y es el eufemismo que se usa para designar a los seres artificiales de "R.U.R." (Robots Universales Rossum), obra de teatro escrita por Capek en 1920 (el mismo año en que nació Asimov).

Y ya que estamos: La Guerra de las Salamandras es un libro muy bueno, una antiutopía muy bien llevada y muy corrosiva, y coincido con Vorkosigan en que el paso del tiempo le ha sentado muy bien.

 

Ascuas, no fue Asimov :)

Un saludo

 

Creo que la palabra "robot" la acuñó asimov. Si estoy equivocado corrijanme.

 

Escrita por un candidato al Nobel de Lietratura, que entre otras cosas acuño la palabra "robot", ¿hace falta decir mas? Si, que es una obra entretenida, muy original y que a pesar de los años que tiene se mantiene maravillosamente joven..