Erewhon o Al Otro Lado de las Montañas

'Erewhon' podría enmarcarse en la llamada pre-ciencia ficción. El libro, escrito en 1872, nos cuenta el tiempo que vivió el protagonista y narrador en el país de Erewhon, una sociedad claramente distópica, pero que para sus habitantes es todo lo contrario, y aquí es donde entra en juego la parte utópica.

La historia comienza cuando el protagonista llega a una nueva región (aunque no se nombra en ningún momento, ésta parece ser Nueva Zelanda, lugar al que viajó el autor en su juventud), donde igual te encuentras zonas inhóspitas que montañas con nieves eternas. Su mayor ambición es encontrar buenas tierras para ganado, y es por ello que un buen día sale a explorar. Así es como da con un país oculto entre montañas del que no se tenía noticia alguna, Erewhon, cuyos habitantes tienen unas leyes y costumbres totalmente desquiciadas, y me quedo corto con el apelativo.

En Erewhon la enfermedad física está mal vista y según su gravedad puedes ir a la cárcel condenado a trabajos forzados. Sin embargo, la enfermedad moral no está tan mal vista. Si has estafado, el gobierno hará todo lo posible por rehabilitarte. El tema de los nacimientos tampoco tiene desperdicio. Un recien nacido es una gran ofensa para la familia, y más le valdría a éste haberse quedado en el reino de los nonatos. Con decir que el protagonista, a pesar de ser un extranjero, está bien visto por ser rubio, por ser inusual, está todo dicho. Y eso que llevaba un reloj de bolsillo, una aberración para los erewhonianos.

Los capítulos dedicados al Libro de las Máquinas son los mejores. En ellos se nos aclara porqué se prohibieron todas las máquinas en el país hace cientos de años. Es decir, que habiéndose adelantado al resto del mundo, renunciaron al progreso. Butler, el autor, realiza aquí un análisis sorprendente para la época: "¿No puede durar el mundo veinte millones de años todavía? Si así fuere, ¡qué no llegarán a ser las máquinas! ¿No sería más prudente cortar el mal de raíz prohibiendo los nuevos adelantos?"

El libro rezuma reflexiones de este tipo, la mar de interesantes. Pero también se hace muy aburrido. Butler se pone demasiado pedagógico a veces, y la historia se hace pesada. Una novela interesante sin más.

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