John Muere al Final

No sé si os ha pasado alguna vez, pero me llama la atención y cabrea a partes iguales cuando se coloca en las estanterías de las librerías un nuevo BestSeller bajo consignas que rezan en letras más grandes que el título cosas como "La mejor novela del año" claro, sí... muy creíble. Sobre todo cuando ese libro se publica en Marzo y ya es automáticamente mejor que cualquier titulo posterior antes del cierre del año.
Esta reflexión viene a que no recuerdo cuando he podido decir que el mejor, o uno de los mejores libros que he leído en el presente año es, casualmente, el ultimo...
... hasta ahora.

No, no hablamos de un libro cuyo original se ha publicado en el año 2015. JOHN MUERE AL FINAL nació a partir de un blog donde se publicaban capítulos nuevos cada día de Halloween y siendo finalmente publicado en formato novela en el año 2007. Han sido necesarios siete años para que la editorial Valdemar, a través de su línea Insomnia nos haya regalado la posibilidad de degustar en castellano este pequeño dulce que uno consume con cierta culpabilidad. Como si de un placer prohibido se tratara.

Pero, ¿Qué es realmente JOHN MUERE AL FINAL? ¿Terror?¿Comedia?¿Una broma de proporciones cósmicas a niveles interdimensionales?¿Una revelación apocalíptica disfrazada en novela de ficción?

Si tuviera que elegir entre alguna de esas opciones posiblemente marcaría todas y añadiría muchas más en el apartado observaciones. Mientras uno lee la obra de David Wong, no es difícil imaginarse a un David Lynch encerrado en un cuarto sin ventanas, al que se le ha suministrado alucinógenos hasta por el culo, se le ha dado un buen puñado de hojas en blanco y un lápiz y se le ha animado a escribir todo lo que se le pase por la cabeza.

Como base principal, se nos presenta la historia de dos colegas: David y John; Los cuales por circunstancias de lo más rocambolescas se ven arrastrados por un torrente de situaciones inimaginables por un ser humano convencional gracias (o por culpa) de una droga apodada Salsa de soja. A partir de ahí es como si nos dieran el molde de una tarta y se nos otorgara la total libertad de ingredientes, formas y colores para crear la tarta obra mas extraña que se nos ocurra, dando entrada a los personajes y criaturas mas extravagantes que podemos recordar en una novela. Perros parlantes, salchichas con wifi, medusas espaciales o engendros hechos de embutido son solo unas ínfimas muestras del extenso catalogo de idas de olla que David Wong plasma en las paginas de la novela.

Sin embargo pese al surrealismo de la trama que en ocasiones roza la alarma de la cordura, sus constantes idas y venidas a escenarios y circunstancias que pondrían a prueba la mente mas fuerte de la psicología y cierta sensación de perdida del norte por parte del lector, Wong tiene la sorprendente habilidad de causar una terrible adicción con su lectura, como si entre lineas leyeras frases como "sigue leyendo, pronto lo entenderás todo" o "¿te sientes perdido? échale un vistazo al mundo real, campeón". Podría decirse que cuanto mas retorcida se vuelve la trama, más necesidad de continuar causa al lector.

Sobre los géneros que toca la novela, podríamos hablar de un género de homenaje. JOHN MUERE AL FINAL es un canto a toda la cultura pop, abarcando cine de serie B, literatura, música y videojuegos de la década de los 80 que parece entusiasmar al autor (ya sea terror o ciencia ficción) sin olvidarnos de ciertas reminiscencias a modas o tecnologías mas actuales, usando para ello un velo de critica y una lluvia de hostias sociales. ¿Quiere decir esto que los que busquen terror no se lo van a pasar bien? En absoluto, la novela se nos presenta con un apartado visual muy potente. Algunos hasta dirían que parece que la novela se ha basado en la película y no al revés. Y tanto David como John no se libraran de sufrir en sus carnes situaciones terroríficas alternando momentos sumamente viscerales y gores y secuencias de tensión creciente. De ahí viene esa extraña sensación de culpabilidad cómplice, ya que el humor negro es tan abundante y en ocasiones ingenioso que cuando alguien explota en mil pedazos y no sabes si escandalizarte o descojonarte, casi siempre terminas optando por lo segundo. Si en algo tiene razón el Publisher Weekly en su nota de prensa, es en que la obra de David Wong es capaz de estremecerte en una pagina y matarte de risa en la siguiente.

Sobre los personajes que circulan en la historia, he de decir que están cuidadísimos hasta el mínimo detalle, y no solo los principales, ya que incluso los secundarios no están ahí para dar una excusa de continuidad a la historia, sino que mas bien es la misma historia la que forma parte y debe mucho a dichos personajes. Cariño especial se le coge a Amy, cuya relación con la trama ofrece ese granito de ternura que llega a desentonar pero al mismo tiempo sabes que no podía ser de otra manera.

Hablar sobre una novela como JOHN MUERE AL FINAL es un ejercicio complicadísimo si no se quiere desvelar nada (que irónico teniendo en cuenta el título de la novela). Eso si, a los que hayáis disfrutado ya de su versión cinematográfica dirigida por Don Coscarelli les puedo asegurar poniendo la mano en el fuego que es imposible que la magnitud de la historia escrita por David Wong pueda grabarse en tan solo 90 minutos. Si la habéis disfrutado con la idea de "pues ya no me leo el libro" estáis cometiendo un terrible error.

JOHN MUERE AL FINAL de David Wong ha sido una de las lecturas que mas he disfrutado (y mas me ha puesto a prueba) este año que agoniza, un libro recomendable, que digo, imprescindible para los amantes de nuevas experiencias literarias, que no tengan miedo tensar al limite el hilo de su cordura, a esa gente que cuando iba al cine de pequeño a ver una película de miedo, mientras el publico se tapaba los ojos al ver asomando el machete en la boca de la victima, el se retorcía de risa en su asiento. Si conocéis a alguien así, ya sabéis que ponerle bajo el árbol de navidad.