Idyll

No es apta para todos los paladares.
En su conjunto me pareció una buena y entretenida novela con escenas realmente duras pero me esperaba más. Me esperaba que las escenas duras estuviesen más integradas en la trama. Parecían escenas aisladas en una trama que tardó casi doscientas páginas en arrancar.

Para los amantes del gore y escenas subidas de tono recomendaría en cuanto a pelis, la francesa A L´Intérieur, las asiáticas Dream Home, Grotesque y la fascinante nipona Ichi The Killer.
Y en cuanto al papel, recomendaría sobretodo a Vacas de Matthew Stokoe donde ya nos podíamos deleitar con una cena a base de zurullos y donde el joven protagonista previo agujerear el cuerpo lo violaba. Tampoco tiene desperdicio el auto aborto de la novia.


 

Conocí la faceta artistica de Elio Quiroga hace ya muchos años cuando, por pura casualidad alquilé en VHS la película LA HORA FRIA, extrañísima producción lleno de actores que no tenían muy claro su cometido, una trama que no hacía mas que marearnos, pero con una secuencia final que, a día de hoy no puedo quitarme de la cabeza. Mas tarde fui testigo de sus pinitos en la literatura con EL DESPERTAR, editada por Timun Mas, se nos presentaba una especie de culebrón zombie-alienigena que empezaba muy bien cuya trama transmutaba a medida que avanzábamos en la historia en un completo sinsentido de situaciones.

Ahora, año 2014 en la agenda de este humilde lector, y sin hacer mención a su segunda novela LOS CODICES DEL APOCALIPSIS por no haberla leido, Quiroga nos ofrece con IDYLL el relato mas inmoral, salvaje y repulsivo que he leído a lo largo de este año (y a un servidor ya es difícil sorprenderle en el campo de lo macabro, que por algo hace diez años o mas no me eran desconocidas paginas web como quefuerte.com y derivadas).

Si me obligaran a buscar comparaciones entre IDYLL y otras creaciones literarias y/o cinematográficas, aparte de la sobrada mención que merecerían obras como LAS COLINAS TIENEN OJOS, HOSTEL o las novelas de Poppy Z. Brite, sería, sin dudar CROSSED.

Los que conozcan esta colección de comics estarán curados de espanto ante lo asquerosamente gráfico que puede llegar a ser el género gore, ahora bien, ya os digo yo que una muestra gráfica como puede ser una viñeta no tiene nada que hacer frente a lo que la mente humana puede llegar a imaginar con una sencilla descripción de los hechos.

Seamos realistas, Estamos ante un relato que deja a polémicas y de dudosa (o nula) ética producciones como MARTYRS o A SERBIAN FILM a la altura del mas inocente capitulo de Pocoyo, una novela cuyas paginas harían poner gesto de asco al cenobita mas curtido.

La imaginación macabra de Elio Quiroga no tiene limites y no se corta en mostrar con todo lujo de detalles las mas horrendas vejaciones y los mas repulsivos actos sexuales que podáis imaginar (Haced la prueba, imaginaos o mas sadico que se os ocurra. IDYLL lo habrá copiado o superado) hacia gente de toda clase, genero y edad. Si, he dicho edad, incluso cuando esta se cuenta en días, o, si me apuráis, en cifras negativas para los que me entiendan.

La novela se divide en tres partes bien diferenciadas, Paraíso, Purgatorio e Infierno, existiendo una cuarta a modo de bonus track por si lo que has leído ya, no te parece suficientemente asqueroso.

La primera parte, Paraíso, como es normal, es la mas suave de la novela. A través de las primeras 174 se nos presentará las características de la ciudad de IDYLL y a los que allí habitan, su avanzada tecnología, incluyendo una especie de inteligencia artificial que, a modo de un Glados sin sentido del humor ayudará a sus vecinos en todo lo que necesiten. No obstante, ya desde los primeros capítulos se nos irá dejando claro que este libro no es para todo el mundo.

Purgatorio es montarse en el vagón del pasaje del terror mas vomitivo al que has montado jamas, y donde la trama, en principio interesante, empieza a ser sacrificada por un sentimiento de morbo in crescendo, donde el lector ya pone la marcha automática solo por el puro deseo de conocer cual será la siguiente asquerosidad que el autor pondrá en bandeja.
Infierno ya es como si ese mismo pasaje del terror te lo metieran donde amargan los pepinos. Aquí ya la propia trama se ha convertido en un festival de flipadas increíbles en las que el lector escupirá ese "Venga ya tío" que lleva mascando desde hace tiempo, aunque ojo, la intriga no se perderá en ningún momento, creando una lectura que, aunque agotadora en ocasiones resulta adictiva.

Existe una cuarta parte, una agenda que recopila relatos y sucesos ocurridos en IDYLL y que complementa los interludios entre capítulos.

Será ya, cuando acabéis la obra cuando penséis "¿Que es esto macho?""¿Me estaré metiendo en algo ilegal?". No de verdad, el imaginarme al clásico religioso/fanático/purista/provida que tanto abunda en el gobierno de este país, leyendo fragmentos de IDYLL me hace tener ganas de animaros a ir corriendo a haceros con una copia de este libro, antes de que lo tachen de inmoral y lo prohíban, que cosas mas raras se han visto, y si no, que se lo pregunten a EL JUEVES.

Muchos dirán que el aviso parental que aparece en portada solo es un reclamo publicitario, una manera de lanzar el anzuelo al lector que pasa por ahí sin tener claro que quiere leer. Y si, no lo niego, pero también pienso que si en EL MANANTIAL de Alejandro Castroguer ya lo veía necesario, en IDYLL es casi obligatorio. Ya, diréis, "Buah, menudo minundis, que no aguanta un poquito de sangre y coprofagia" vale, pero hay cosas que por mas curtidos que estemos traspasan la linea de lo moralmente permitido. En unos puede ser ver a un tío comiéndose los mocos mientras que en otros ese limite está en la violación de un recién nacido (Vuelve a salir a escena A SERBIAN FILM) y os aseguro que tarde o temprano Elio Quiroga y su IDYLL llegarán a ese limite establecido por cada uno.

Como aspectos negativos, obviando lo comentado sobre una trama demasiado fantástica resaltaría dos:
Por un lado la portada. No, no voy a juzgar la envidiable capacidad artística de Daniel Exposito. Sin embargo, como ya nos pasó con Colucci y su trabajo para la prescindible CHELSTON HOUSE, dicha portada puede llevar a engaño mostrando algo que nada tiene que ver en la historia. Ya os lo digo. No, esos niños no son los protagonistas, incluso dudo que salgan en el libro. No, no hay posesiones a lo EL PUEBLO DE LOS MALDITOS.

El otro punto negativo casi que os dejo que lo coreeis todos a grito pelado. Si, habéis acertado. El corrector de la novela merece una buena compensación. No creo que sea fácil colar a los editores una obra con tantas faltas ortográficas que, en este caso, incluso se inventa la sinopsis y cambia nombres y edades (He dejado a sinopsis tal y como viene, pero ya os aclaro que la hija del matrimonio protagonista no se llama Karen, sino Beth (Karen es la madre), y no tiene 13 años, sino 16).

En conclusión, IDYLL es un ejercicio notable para descubrir los limites que son capaces de soportar los lectores mas curtidos, una obra que, a modo de broma macabra, dan ganas de animar a leer a un adolescente y decirle "es como CREPUSCULO" y ser testigos de como su rostro, a medida que va leyendo, se va tornando a un rictus de terror para terminar en una mascara de muerte en vida.

A los que tengan ciertas dudas sobre esta reseña os animo a que me nombréis obras literarias que puedan superar en salvajismo y gore a esta. Estaré encantado de echarles un ojo o dos.