Cuentos Extraños

de Daria Pietrzak

> La Biblioteca del Laberinto

Estos Cuentos extraños son la primera obra en ser publicada de una joven autora polaca afincada en España desde su niñez y que llegaron a mis manos gracias a una afortunada sucesión de acontecimientos que empezaron hace casi veinte años. No voy a contarles más sobre este tema, pero sí un par de cosas sobre estos relatos. La obra de Daria, que de momento es casi tan corta como este libro que tienen entre manos, es fruto de una serie ininterrumpida de lecturas de temas fantásticos y especialmente de terror y, como no podía ser menos, sus relatos, todos ellos, están plagados de guiños a los lectores más avezados. No siempre las cosas son como parecen (y ni siquiera son como deberían parecer que son) en los cuentos de Daria; a mí me recuerdan, y mucho, algunos de los relatos terroríficos de Lisa Tuttle, de quien ya hemos publicado algunas cosas en esta editorial. Daria puede que vaya un poco más allá en unas historias que empiezan con una aventura intrascendente que, poco a poco, va adentrándonos en mundos delirantes donde lo que impera es el terror en su estado más puro. Si «Katherine» cuenta con todos los ingredientes del buen relato de terror psicológico, «Criatura» y «Pablo, soldado de infantería» no se quedan atrás y nos introducen en el mundo peculiar y desconocido de su autora donde el terror es algo más terrible de lo deseable por lo cercano que se presenta. La historia que cierra el volumen, añadida afortunadamente a última hora, nos demuestra una vez más y con mucho estilo aquello de que no sabemos quiénes viven en las casas que hay enfrente de las nuestras: también los psicópatas tienen vecinos y familia... incluso gente que les aprecia, les respeta y les quiere, aunque sea por desconocimiento y por mucho que nos pese. Espero con muchas ganas la primera novela de esta joven autora que ha sabido unir lo clásico con lo moderno y que consigue transmitirnos con palabras muy certeras emociones que a veces tenemos demasiado escondidas en nuestro interior.

Daria Pietrzak nació en Świdnik, una pequeña localidad al este de Polonia, donde escasean las vocales y abunda el frío y la nieve. En su tierna infancia hizo las maletas y, de la mano de sus padres y en compañía de su hermano mayor, vino a instalarse a este otro lado de Europa, a un país generoso tanto en vocales como en largos días de sol.

Dedica el tiempo libre a la lectura, su auténtica pasión, y al cine, con una predilección morbosa por el género del terror, del gore y del slasher o cualquier combinación de los tres, ya sea de dudoso gusto o peor ejecución. No hay nada que anime tanto el día como una buena dosis de sangre, pavor y lágrimas.

También le gusta perderse en los mundos de fantasía y vivir aventuras destinadas a personas más valientes y audaces, en compañía de hobbits, enanos y cualquier otra criatura que se apunte al viaje. En un futuro aspira a vivir en un agujero hobbit de tamaño humano, con una despensa bien surtida y una chimenea ante la cual pueda sentarse a escribir historias que nos enseñen que la oscuridad acecha siempre al otro lado de la puerta.