Superhéroes, ¿Pasatiempo o Esperanza?

de Julián Miranda Viñuelas

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Los superhéroes forman parte de nuestras vidas, limitadas por las leyes físicas. Dieron sus primeros pasos en el cómic, alcanzando tiradas de siete millones de ejemplares. Admirados, los superhéroes pasaron de la viñeta al fotograma una década después. Además de la facultad de no envejecer e irradiar sensualidad, los superhéroes ostentan poderes que todos anhelamos: volar, superfuerza, supervelocidad. Recientemente se suman: regenerarse, trasladarse a otras dimensiones y tener magia cuántica. Cualquiera de estos superpoderes nos elevaría por encima de nuestra precaria condición humana. La función actual del superhéroe es la de asombrarnos con sus portentos y sus paseos galácticos. Sus superpoderes, hoy, son producto de experimentos científicos. Se pasean por nuestras calles, detienen a malhechores y dan ruedas de prensa. Aquellos que usan identidad secreta se sientan con nosotros en la oficina. Con semejante potencial semiótico es evidente que no sea el atractivo físico de los superhéroes lo que cuenta, sino el papel que desempeñan en una sociedad desencantada. Una declaración de intenciones remata el análisis: la fascinación por estos personajes contribuye a la creación de un futuro mejor.