Cántico por Leibowitz

Demasiada religión caóolica para mi gusto, aunque la historia es buena, un aprobado justo.

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Algo de temor antes de emprender el viaje por sus páginas. Es que la religión y yo somos algo incompatibles.
En un ambiente post apocalíptico al principio, veremos el resurgir de la sociedad humana en esta novela en tres partes bien definidas, con la religión siempre presente como telón de fondo.
Sorprendido por lo buena que es.

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Reseña publicada en La Ventana de la Agencia, 5 de diciembre de 2016:

Desde que la civilización se tomó muy en serio a sí misma siempre ha habido gente muy sesuda que se ha empeñado en desentrañar los misterios que rodean al átomo, pero fue hace más o menos un siglo cuando un grupo de científicos se dedicaron a trastear con él hasta domarlo como a un caballo montaraz. En cuanto le pusieron bridas y una silla de montar, aparecieron los políticos y los militares para apropiarse de él y comprobar hasta dónde era capaz de cabalgar. Como había una guerra terrible de por medio, unos y otros decidieron soltarlo un par de veces, en Hiroshima y Nagasaki, ciudades que han quedado en el recuerdo como símbolo del oprobio, y de este modo la especie humana se convirtió en la más vil de todas cuantas existen.
Desde entonces, la imaginación humana, en diferentes disciplinas artísticas, ha reflexionado sobre esa terrible y vergonzante cabalgada atómica. El hongo nuclear fue el pistoletazo de salida de este mundo globalizado que hoy padecemos: inspiró un número descomunal de historias a diestro y siniestro, en todos los continentes, en artistas con muy diferentes ideologías y propuestas estéticas. El bíblico Armagedón había dejado de ser una historieta de las Sagradas Escrituras, ya no era un asunto divino, se acababa de convertir en una cuestión bien humana, porque los Amos del Átomo eran los hombres (algunos hombres) y ahora ellos eran Dios.
De entre toda esa cantidad abrumadora de ficciones dedicadas al holocausto nuclear, destaca por encima del resto la única novela que Walter M. Miller Jr. publicó en vida. Cántico por Leibowitz destaca por motivos literarios, narrativos y argumentales. Destaca por su belleza y por su desoladora visión del género humano. Destaca por única y diferente y apabullantemente sabia. Destaca porque la ficción apocalíptica necesita un punto de vista insólito para que funcione, y la perspectiva desde la cual está contada esta obra sorprendió en su momento, y sigue sorprendiendo, más de medio siglo después de su publicación, a cualquier clase de lector.
Porque aunque cuente una historia protagonizada por monjes y la presencia de Dios atraviese el relato de principio a fin, hasta el ateo más recalcitrante quedará maravillado y espantado por el deslumbrante trabajo de Miller, por su poderosa inspiración, por la obra de arte que nos dejó por siempre. Cántico por Leibowitz no es un libro apocalíptico más. Mira que me gustan La danza de la muerte (más tarde rebautizado como Apocalipsis) de MR KING, o El canto del cisne de Robert R. McCammon, o La carretera de Cormac McCarthy, o El día de los trífidos de John Wyndham, o El pasaje de Justin Cronin, y unas cuantas más, pero este Cántico es otra cosa, es el libro apocalíptico por excelencia y también es la reflexión más amarga y devastadora que se ha publicado sobre nuestra condición de penitentes sin futuro.
Miller no fue católico de nacimiento. Se convirtió al cumplir veinticinco años, poco tiempo después de participar, como artillero de cola en un B-25, en los bombardeos de la abadía de Monte Casino, la más antigua de la cultura occidental. Las ruinas de esta cuna del conocimiento inspiraron su única novela y marcaron su existencia como una maldición de la que nunca pudo librarse. Los caminos de la inspiración son inescrutables y, en ocasiones, tan crueles como azarosos. Un bombardeo. Una abadía devastada. Un sentimiento de horror y culpa. Una novela eterna como camino hacia la redención.
Esta obra, publicada este otoño en bolsillo en la colección Nova, consta de tres relatos extensos que se fueron publicando entre 1955 y 1957 en The magazine of Fantasy and Science-Fiction. Cada uno de ellos se puede leer de modo independiente, pero juntos conforman una de las historias más poderosas y terribles que se han escrito. El primero (Fiat homo, Hágase el hombre) merece con todo merecimiento el calificativo de genial, sin ninguna clase de reserva. Es tan perfecto, tan redondo en sí mismo, que sirve como justificación para que Miller se pensara muchísimo lo de volver a escribir una segunda novela, porque resulta imposible superar la excelencia. El segundo (Fiat lux, Hágase la luz) mantiene el listón muy alto, aunque cambia el tono. Si el primero cuenta el proceso de canonización de un santo post-apocalíptico, el segundo se centra en los esfuerzos del abad de la Orden Albertiana de Leibowitz por mantener a salvo los documentos del santo con el afán de garantizar que ese conocimiento no se pierda y sirva como piedra basal del complicado progreso de una humanidad renacida. El tercero (Fiat voluntas tua, Hágase tu voluntad) cierra de un modo aterrador y poético el periplo de estos monjes dedicados a proteger el saber, el escaso y malinterpretado saber heredado del antiguo horror.
Ha pasado más de medio siglo desde la publicación de esta novela y seguimos igual. Somos los mismos cretinos pretenciosos gobernados por el orgullo. Pasarán los siglos y seguiremos siendo los mismos. Nada puede cambiarnos%u2026 salvo un puñado de monjes con el coraje necesario para enfrentarse a la estupidez y a la sed de sangre y poder. Oremos por todos los santos cuyos nombres todavía desconocemos que en el futuro alumbrarán el camino de nuestra salvación, o de nuestra perdición.
Oremos por el santo Leibowitz.
Oremos por el santo que el mundo necesita.
Oremos por cada uno de nosotros%u2026 por muy viles que podamos llegar a ser.


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Formada por tres novelas cortas que empezaron a publicarse en 1955, dando lugar a su publicación como libro en 1959, 'Cántico por Leibowitz' es una absoluta y rotunda obra maestra, una de las mejores novelas de ciencia ficción de la Historia.

Se trata de una novela post-apocalíptica, pero realizar un resumen de su contenido es un tarea complicada que de ninguna manera puede hacerle justicia a la obra. La novela está dividida en tres relatos. En el primero, 'Fiat homo' ('Hágase el hombre'), han pasado 600 años desde la Tercera Guerra Mundial. El mundo se encuentra en una nueva Edad Media en la que la iglesia ejerce de guardiana de la cultura; de la poca que queda, ya que tras la hecatombe, los supervivientes quemaron todos los libros que encontraron, al igual que mataron a todas aquellas personas sospechosas por su inteligencia. A ésto se le llamó Simplificación. En este relato, el hermano Francis, durante su ayuno cuaresmal en el desierto, descubre ciertos manuscritos pertenecientes al fundador de su orden, Leibowitz.

En el segundo relato, 'Fiat lux' ('Hágase la luz'), han vuelto a pasar otros 600 años. Parece que se acerca un nuevo resurgir de la ciencia, donde la Orden de San Leibowitz tiene un papel relevante.

En el tercer relato, 'Fiat voluntas tua' ('Hágase tu voluntad'), de nuevo han pasado 600 años y la humanidad vuelve a encontrarse donde empezó todo. Se avecina un nuevo conflicto nuclear...

Esta mezcla de ciencia ficción y religión resulta fascinante. Existen continuas referencias teológicas, y la visión que se tiene del siglo XX a través de los documentos supervivientes es muy divertido. Es una novela imprescindible, no sólo para el aficionado a la ciencia ficción, sino para cualquier lector.

 

Buen libro, pero por lo que decía todo el mundo de el, me esperaba algo más. Suele ocurrir.
En mi opinión va de más a menos, con una gran primera parte y una segunda y tercera a veces con tramos un poco aburridos. Eso si, creo que todo aficionado a la ciencia ficción debería de leerlo...Mi nota un 7.
PD: La historia de esta novela le viene como anillo al dedo a una frase que dijo no se quién, y que utilizó Asimov para su obra Los Propios Dioses...Contra la estupidez humana, los propios dioses, luchan en vano.

 

Gran libro sobre el clásico cataclismo post nuclear. Quizás debería haberlo alargado un poco para lograr un libro redondo, pero deja un mensaje muy claro y entretiene muchísimo. Se ha de tener en cuenta el momento en que fue escrito (Guerra Fría) y, la única pega para mi, es que al autor se le ve demasiado el plumero católico. Pese a ello, un gran libro totalmente recomendable.

Si te gustan las ambientacions post nucleares, es un must have clarísimo pero, si no es así, no deja por ello de ser un gran libro para todo amante de la ciencia ficción.

 

Un clasico y un libro imprescindible para los aficionados a la cf, y perfectamente leible para los no habituales. No es casualidad que lleve reeditandose de forma regular desde hace mas de 30 años.

 

He disfrutado con su lectura, he pasado un buen rato y en algunos momentos tenía la sensación de que el libro me gustaría más cuando lo terminase completamente. En realidad ha sido así, pero tengo que decir que no me ha dejado huella, es como si le faltara algo.

 

¡Por fin! Un clásico indiscutible de la ciencia ficción, una historia que ha sido imitada cientos de veces, pero casi nunca con la frescura y sencillez de Walter M. Miller. Un libro que se lee con gusto y que queda en la memoria del aficionado como un referente. Ya no se escribe ciencia ficción como esta.

 

Un clásico de esos que están medio enterrados y de vez en cuando alguien encuentra por ahí. Ahora revivido, y a un
precio que quita todas las excusas. Éste es de los importantes, un valor seguro.

 

Recomendado por la tienda.