El Hombre sin Rostro

Madrid, 1908. Una serie de inexplicables asesinatos están teniendo lugar. Las víctimas tienen una cosa en común, y es que se trata de grandes científicos. Pero, ¿con qué objetivo? El joven periodista Elías Arce, voluntarioso pero algo torpe, aspira a obtener esa gran noticia que lo convierta en gran redactor de El Planeta. Tras el asesinato en el Museo de Historia Natural de un profesor de biología, sospecha que se oculta algo más de lo que parece a simple vista. No tardará en ponerse a investigar por su cuenta ante la oportunidad de lograr la tan ansiada noticia. En su andadura se cruzarán los personajes más peculiares, como Salomón Fo, brillante científico, e Irene, su inteligente y perspicaz hija, de armas tomar.

'El hombre sin rostro', del sevillano Luis Manuel Ruiz, es una entretenida novela, con misterios, persecuciones, brillantes personajes, y bastante comedia. Recuerda a Conan Doyle, a Wells, a Verne, a Hergé y a Ibáñez. Lo mejor, la primera parte, con la presentación de personajes. Después se vuelve un tanto estereotipada. Es una historia con un número de páginas bastante ajustado, apenas 200, algo que es de agradecer en los tiempos que corren. En otras manos, podría haberse alargado en exceso, pasando de entretener a aburrir.