253

Este libro me llamó la atención por su argumento y estructura, que me parecieron de lo más original: un tren en Londres, 7 vagones, 36 personas por vagón, que conforman 253 personajes (36 pasajeros por vagón, más el conductor). Cada personaje tiene su propia página, en la que se detallan tres apartados: 'Apariencia', 'Datos personales' y 'Lo que hace o piensa'. Además, cada página contiene exactamente 253 palabras, sin contar encabezamientos (pero esto se pierde en la traducción). Y para rematar, cada historia transcurre en lo que serían 7 minutos de viaje en metro. Por lo tanto, estamos ante una novela realmente atípica, compuesta, podríamos decir, de 253 micro relatos.

Explicado así, parecería que '253' sea un mero experimento conceptual, una novela posmoderna más. Pero '253' no es una novela de género. Sí, la estructura es atípica, pero según vas leyendo personajes, y te vas adentrando, adaptando al esquema, en tu cabeza se va conformando en un todo que va adquiriendo sentido. En un principio, esta novela nació para ser leída en formato digital a través de Internet, haciendo uso de hipervínculos. Esto se pierde en el formato en papel, ya que la novela se lee de forma lineal; si bien es cierto que durante su lectura vas avanzando o retrocediendo cuando se hace mención a tal o cuál pasajero, o cuando uno de los pasajeros se fija o habla con otro pasajero.

Ryman realiza un gran esfuerzo para que la novela no se haga pesada ni parezca forzada. Son muchos los personajes e historias, con sorpresa añadida, y es como si Ryman por un momento te diese la oportunidad se observar un pequeñísimo fragmento de sus existencias. A destacar también el humor negro del autor, presente sobre todo en las notas a pie de página y en los anuncios que hacen de introducción a cada vagón. Todo esto, hace que '253' se una lectura más que recomendable, siempre que se esté dispuesto a entrar en el juego que propone Ryman.